martes, 8 de abril de 2008

Rizomas

Escribid a n, n-1, escribir con ‘slogans’:

¡Haced rizoma y no raíz, no plantéis nunca! ¡No sembréis, horadad! ¡No seáis ni uno ni múltiple, sed multiplicidades!

¡Haced la línea, no el punto! La velocidad transforma el punto en línea. ¡Sed rápidos, incluso sin moveros!

Línea de suerte, línea de cadera, línea de fuga. ¡No suscitéis un General en vosotros! Nada de ideas justas, justo una idea (Godard).

Tened ideas cortas. Haced mapas, y no fotos ni dibujos.

¡Sed la Pantera Rosa, y que vuestros amores sean como el del la avispa y el de la orquídea, el gato y el babuino!

lunes, 7 de abril de 2008

Zarka, el polémico

Nacido en Túnez en 1950, se trata de una de las figuras más polémicas y controvertidas del panorama actual de la filosofía francesa. Sin preocupación por los reparos de lo políticamente correcto, sus investigaciones lo han llevado a analizar el concepto “tolerancia”, sobre todo en relación con la situación actual de los inmigrantes en Francia. En su obra Difficile Tolérance, define la imposibilidad de convivencia pacífica en Europa con los musulmanes, en cuanto algunas de sus creencias imposibilitan el cumplimiento de los derechos humanos, como es el caso de la discriminación de la mujer.

Por otro lado, Zarka es un importante teórico de la teoría política de la Modernidad, siendo profesor de filosofía política moderna y contemporánea en la Sorbona y habiendo escrito varios libros sobre estas cuestiones, entre los que cabe destacar Hobbes y el pensamiento político moderno (Herder), Filosofía y política en la época moderna (Escolar y Mayo Editores) y Figuras de poder. Estudios de filosofía política de Maquiavelo a Foucault (Biblioteca Nueva)

Es director de la Revista Cités, creada en 2000, publicación de referencia centrada en temas sociales y políticos de la cultura actual, no sólo francesa, sino de todo el mundo occidental, por ejemplo, el último número publicado en marzo de 2008, está dedicado a Sarajevo.

Entre las numerosas menciones que Zarka ha recibido destaca la medalla de bronce del CNRS, donde trabaja como investigador, por su obra La décision métaphysique de Hobbes. Además ha ejercido como profesor en diversas partes del mundo, entre las que cabe destacar universidades en Nápoles, Jerusalén, EEUU, Canadá y la Universidad Carlos III de Madrid

domingo, 6 de abril de 2008

Gérard Lebrun, desconocido incluso en Francia

La violenta muerte de Gérard Lebrun, en 1999 sorprendió a la comunidad universitaria francesa. Ahora bien, entre nosotros, ¿quién es este autor y por qué ha de ser recordado?
Se trata de uno de los filósofos más relevantes y menos conocidos del pasado siglo.
Nacido en París en 1930, en el seno de una familia de artistas (su hermana es la actriz francesa Danielle Lebrun) dedicó su vida a la enseñanza de la filosofía, entendiéndola como una actividad teatral, interpretativa, más que como una disciplina teórica.
Su vida académica estuvo dividida entre la Universidad de Aix-en-Provence, al sur de Francia y la Universidad de Sâo Paulo, en Brasil, donde impartió clases durante casi 20 años y resulta incluso más conocido que en Europa.
Personaje paradójico, voluntariamente provocador y anticonformista, formado en la órbita de Foucault, aunque en su madurez se aproximó a posturas conservadoras.
Entre sus obras destacan La patiente du concept (La paciencia del concepto), un ensayo sobre Hegel; L´envers de la dialectique: Hegel à la lumière de Nietzsche (El reverso de la dialéctica: Hegel a la luz de Nietzsche), obra póstuma, publicada originalmente en portugués a partir de manuscritos recopilados por sus alumnos y Kant et la fin de la métaphysique, (Kant y el final de la Metafísica). Se trata de un interesante estudio sobre la Crítica del juicio kantiana, que acaba de ser traducido al castellano.
Acabo con una reflexión del mismo Lebrun, aparecida en su libro L´envers de la dialectique, donde nos recuerda que términos como "razón", "concepto" o "idea", no son más que palabras que implican ciertas ideas preconcebidas y ciertas omisiones (quizá involuntarias), pero que al leerlas, al utilizarlas, debemos tener muy presente su cara oculta.